Así lo afirman los especialistas de la Clínica Cleveland, que publicaron su conclusión en la prestigiosa revista especializada Nature Aging
Se trata de la forma más usual y repetida de demencia. Es una afección incurable y terminal. Depende del paciente la velocidad del avance, pero cuando el Alzheimer llega, no hay vuelta atrás. Aunque en algunos casos excepcionales puede aparecer desde los 40 años, lo más común es que tenga lugar en personas de la tercera edad, sobre todo a partir de los 65. Sin embargo, según una respetada publicación, podría haber una esperanza para los pacientes de esta enfermedad. Justamente, de la mano de una droga utilizada también en la franja etaria de los adultos mayores.
Estamos hablando del sildenafil, la droga popularizada por Viagra, utilizada para revertir los problemas eréctiles a la hora de las relaciones sexuales. Lo curioso de todo esto es que la famosa pastilla que podría ser parte de un tratamiento contra el Alzheimer, tampoco se inventó buscando la finalidad de producir y mantener erecciones. La misma fue desarrollada para tratar afecciones como la angina de pecho y la hipertensión arterial. Sin embargo, en la etapa de los ensayos clínicos de rigor, antes de que el producto saliera a la venta, los investigadores que la trabajaban se dieron cuenta de que era más efectiva en los genitales masculinos que para tratar las problemáticas para las que habían producido la droga. De esta manera, hace 23 años, el Viagra se convirtió en la píldora más utilizada a la hora de combatir la disfunción eréctil.
El drama de una de las más graves enfermedades neurodegenerativas
Producto de un proceso de neurodegeneración, el Alzheimer se manifiesta de la mano del deterioro cognitivo y trastornos conductales. Se registran pérdidas de memoria inmediata y de otras capacidades mentales, como las cognitivas superiores. Mientras avanza la enfermedad, mueren las células nerviosas y se atrofian las diferentes partes del cerebro. La expectativa de vida, mientras avanza el cuadro, puede llegar a ser hasta de diez años, con pacientes cada vez más ausentes y desconectados de la realidad.
¿La esperanza de la pastilla azul?
Aunque todavía el tema está en plena investigación, los científicos que participaron en la publicación estudiaron los fármacos habilitados para tratar el Alzheimer aprobados por la FDA y sus resultados en una base de datos de siete millones de pacientes. Finalmente, aseguraron que el tratamiento del sildenafil podría colaborar con una reducción de 69 % de la incidencia de la gravísima enfermedad en cuestión. Por lo tanto, no descartan y abren la posibilidad a que el componente del Viagra pueda ser utilizado como tratamiento para enfermos diagnosticados, pero también como terapia preventiva para los pacientes que llegan a la tercera edad sin Alzheimer.
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