El sistema inmune es el conjunto de órganos, tejidos y células que actúan conjuntamente para defender al organismo frente al ataque de bacterias, virus o patógenos. Si bien, este sistema no siempre funciona a la perfección.
En determinadas épocas del año como otoño o invierno tendemos a enfermar más. Esto se debe a diferentes modificaciones en nuestras rutinas de vida, como cambios de horario en las comidas o alteraciones en los horarios de sueño. Las condiciones climatológicas también influyen al respecto.
Según indican desde ‘Salud Mapfre‘, los cambios continuos en el medioambiente suponen un desafío para nuestras defensas. Por ejemplo, la contaminación, químicos, tóxicos, bacterias o virus suponen un estrés para el sistema inmune.
Detalles que alertan de un sistema inmune débil
En definitiva, son muchos los factores que influyen en el correcto funcionamiento del sistema inmune y en el nivel de actividad de las defensas. Si bien, algunos factores enemigos del sistema inmune son los siguientes:
- Una mala alimentación, poco saludable y desequilibrada.
- Humo del tabaco.
- Cafeína.
- Estrés.
- Contaminación ambiental.
- Sedentarismo.
- Falta de ejercicio físico.
Todos estos factores dependen de cada persona. Es decir, está en nuestra mano poder llevar a cabo unos hábitos de vida saludable que reduzcan el riesgo de debilitamiento del sistema inmune.
Con todo ello, uno de los principales síntomas que indican que el sistema inmunitario puede estar debilitado es la frecuencia con la que enfermamos. Si atravesamos una época de continuas afecciones y enfermedades es probable que nuestras defensas estén demasiado bajas, y en ese caso es necesario acudir cuanto antes a un especialista médico.
No obstante, también encontramos pequeños síntomas o detalles que podrían advertir de un sistema inmune débil y unas defensas demasiado bajas. Estos síntomas son los siguientes:
- Cansancio más frecuente de lo habitual.
- Pupas en los labios.
- Dolores musculares sin haber realizado ejercicio físico.
- Mayor fragilidad en cabello y uñas.
- Mala cicatrización de heridas.
¿Cómo fortalecer el sistema inmune?
Con todo ello, existen diferentes hábitos de vida que ayudan a fortalecer el sistema inmune, algo que se hace más necesario que nunca en un contexto marcado por la pandemia del Covid-19.
La piedra angular para aumentar las defensas debe ser la alimentación. Y es que el sistema inmune requiere de una serie de vitaminas, minerales y nutrientes esenciales de forma diaria para su correcto funcionamiento. Entre estos nutrientes encontramos la vitamina A, vitamina C, vitamina D, vitamina E, hierro o zinc.
Por otra parte, la realización de ejercicio físico con regularidad es clave para subir las defensas, especialmente el ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta. Es recomendable que la actividad física se ajuste a la condición de cada persona, para evitar posibles lesiones u otros problemas derivados.
Evitar el estrés y la ansiedad también es clave para un sistema inmune saludable. Está demostrado que el estrés puede causar daño oxidativo en el organismo.
Por último, descansar y dormir bien es otro de los aspectos imprescindibles para evitar el debilitamiento del sistema inmune. Esto es así porque muchas de las células de las defensas se originan durante el descanso, así como las células de la piel, que es la barrera física frente a infecciones.
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