El bicarbonato de sodio es uno de los elementos más utilizados para muchas funciones. Y es que desde hace algunos años, se ha convertido en el producto estrella por sus diferentes utilidades.
Hoy en día son muchas las personas que lo usan en su día a día. Por ello, hoy vamos a hablar de las situaciones para las que este ingrediente no es el más recomendado. Ya que, a pesar de que sirve para mejorar el aspecto de muchos objetos incluso de nuestra propia piel, también hay ciertos momentos en los que es mejor no hacer uso de él.
Y es que el bicarbonato puede tener múltiples utilidades, tanto para nuestro propio cuerpo como para la limpieza de nuestro hogar. Como por ejemplo, para mejorar el cuidado de nuestro jardín. En este sentido, va a ayudar a mantener alejadas a las plagas, ahuyentar los parásitos, hidratar y nutrir las plantas y evitar la creación de hongos. Por lo que realmente es un buen producto para mantener nuestro patio exterior con un buen aspecto.
Pero al igual que tiene en su composición propiedades beneficiosas, existen excepciones que hacen que debamos utilizar el bicarbonato de manera consciente. Sin caer en la locura de utilizarlo para cualquier cosa y no pensar en los posibles efectos adversos que pueda tener.
En este artículo, vamos a exponer todas las situaciones en las que este producto estrella se convierte en uno perjudicial para nuestra salud. De esta manera, tomarás conciencia y conocerás más a fondo los usos de este artículo.
Situaciones en las que no debemos utilizar bicarbonato
Y es que sabemos que cuando algo gana popularidad y comienza a ganar fama, todos corremos a probarlo. Con el bicarbonato ha pasado algo parecido, pero además con la particularidad de que es cierto que sirve para multitud de situaciones en nuestra vida diaria. Ya sea como ingrediente estrella en cualquier producto de nuestra rutina diaria de belleza, para limpiar cualquier rincón de nuestra cocina o para dejar impoluto nuestro coche.
Pero lo cierto es que el bicarbonato también puede tener efectos adversos en algunas situaciones, como por ejemplo si lo utilizamos como ingrediente principal de nuestros cosméticos. O si lo utilizamos como complemento de nuestras comidas en el día a día.
Uno de sus usos más comunes es contra la acidez estomacal. Y es que tiene en su composición propiedades antiinflamatorias y neutralizantes del ácido clorhídrico que se produce en el estómago, que lo hacen ideal para las personas que tengan problemas de digestión. Pero aquí viene el aviso, y es que los expertos aseguran que no debe tomarse más de dos semanas y hacerlo como máximo dos veces al día.
Por otro lado, otro de sus usos es utilizarlo como producto desinfectante. Y aunque es cierto que puede funcionar, no lo hace de manera tan efectiva como un antibacteriano real. Esto ocurre porque es un regulador de la acidez, por lo que puede crear un medio bastante desagradable para virus y bacterias. Pero esto no quiere decir que sea 100% recomendable para utilizarlo a diario como producto antibacteriano.
Alcalosis metabólica, peligros de consumir mucho bicarbonato de sodio
Se conoce como alcalosis metabólica a uno de los distintos tipos de trastornos que existen con relación al equilibrio ácido-base del cuerpo. En el cual se produce una baja concentración de hidrogeniones circulantes, así como en un aumento en los niveles de bicarbonato.. Lo que a su vez produce una elevación del pH del plasma de la sangre, el cual debería tener un rango de 7,35 a 7,45.
Cuando se produce una alcalosis metabólica el pH en las arterias se ubica en un nivel que sobrepasa los 7,45, mientras que el nivel de bicarbonato plasmático se registra con un nivel mayor a 25 mmol/l.
Básicamente y para entender mejor el problema, un exceso de bicarbonato en el organismo puede hacer que las acidez de cuerpo baje considerablemente como para afectar equilibrio de distintas funciones, lo que sin duda pone en riesgo nuestra salud.
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